Desde lo alto de la cruz te veo y no me puedo creer que ya estoy aquí.
Solo un puñado de casas te pueblan,
una viejas otras nuevas pero todas encantadoras.
El coche comienza el descenso,
una curva otra curva pero ya llego a ti.
Estoy a las puertas de tus dominios,
la gente sentada a la sombra de tus árboles,
saluda a los que llegan
La plaza nos recibe con una gran polvareda,
que alegría, mis pies se posan en tu suelo.
Miro la torre de la iglesia,
y santa Quiteria me dice; “Bienvenida y bien hallada”.
Tu paisaje verde, agreste, me impone, me estremece.
Cuantas excursiones me esperan; la Molineta, las Nogueras, el Mas de Retor, la Fuentica, los Morrones, casa Mojurra, la Cruz, todas me apasionan.
Sé que tendré que caminar mucho,
subidas, bajadas, pendientes pronunciadas, misterios, historias, recoger poleo.
Muchas veces me pregunto como es posible que de una simple piedra nazca una planta con una aroma tan exquisito,
solo puede ser un milagro.
Recoger poleo es una misión arriesgada,
pero no me importa,
Santa Quiteria vendita, que regrese a ti sana y salva.
Tus noches son magnificas,
la gente en la plaza, ríe, habla, grita, baila,
y yo lo miro todo como si no estuviera contigo,
que bendición, que alegría, que felicidad más grande
yo estoy en tus tierras, ahora yo también te pertenezco.
Las estrellas iluminan tu cielo, y la luna nos mira y sonríe
La vía Láctea es el camino que siempre nos conduce a ti.
Pero todo se acaba, tengo que regresar a casa,
Desde la cruz te miro
Y una lagrima surca mi mejilla,
Volveré a verte?
No lo sé
Solo me queda desearlo.
Gracias queridos Susana y Pere, si no fuera por vosotros nunca hubiera conocido el paraíso, vosotros hacéis realidad, cada agosto, el sueño que me persigue durante todo el año, perderme en la inmensidad del Vispal, ahora ya puedo decir bien alto; SOY VISPALERA.