escribir para vivir

Este blog es una pequeña hoja de papel donde lo que escribo cada dia queda plasmado para que sobreviva en el tiempo.

dimarts, d’octubre 09, 2007

ROJO SANGRE


Terciopelo, sus manos acariciaron el terciopelo de arriba a bajo y de abajo-arriba.
Terciopelo, rojo como el fuego, como la pasión de sus actos, como la sangre que corría por sus venas.
Terciopelo, enredado en sus caderas, terciopelo, atado a su cuerpo como una camisa de fuerza, terciopelo suave como el algodón, como una nube blanca que recubría su cielo tormentoso, como su terso pelo rubio.
Terciopelo, culpable de su desvarió, de sus recuerdos embutidos en el terciopelo.
Terciopelo, como el agua de un rió quieto y tranquilo.
Terciopelo, entre sombras que se mueven ligeras al compás de sus movimientos.
Terciopelo de su infancia de su juventud de su vida, siempre enfundada en terciopelo, amada en terciopelo y ahora al final el terciopelo la ahoga, la asfixia, la mata lentamente.
Se mira en el espejo, terciopelo rojo sangre, la envuelve entera, como si de un momento a otro el mundo se convirtiera en terciopelo; suave, vaporoso, pesado, consistente.
La vendieron en terciopelo, la compraron en terciopelo, toda su vida fue eso, terciopelo. No recordaba nada mas, una cama y su cuerpo en vuelto dulcemente por el terciopelo que ruinmente los hombres arrancaban para atarla a un sexo violento, sin amor, sin pasión solo con terror.
Terciopelo, rojo sangre que ahora corre dulcemente por sus muñecas y cierra los ojos, al final solo ve, terciopelo.