escribir para vivir

Este blog es una pequeña hoja de papel donde lo que escribo cada dia queda plasmado para que sobreviva en el tiempo.

diumenge, de març 11, 2007

Antonio Machado



Anoche cuando dormía




Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!,


que una fontana fluía


dentro de mi corazón.


Di, ¿por qué acequia escondida,


agua, vienes hasta mí,


manantial de nueva vida


de donde nunca bebí?


Anoche cuando dormía


soñé, ¡bendita ilusión!,


que una colmena tenía


dentro de mi corazón;


y las doradas abejas


iban fabricando en él,


con las amarguras viejas


blanca cera y dulce miel.


Anoche cuando dormía


soñé, ¡bendita ilusión!,


que un ardiente sol lucía


dentro de mi corazón.


Era ardiente porque daba


calores de rojo hogar,


y era sol porque alumbraba


y porque hacía llorar.


Anoche cuando dormía


soñé, ¡bendita ilusión!,


que era Dios lo que tenía


dentro de mi corazón.


Las moscas

Vosotras, las familiares,


inevitables golosas,


vosotras, moscas vulgares,


me evocáis todas las cosas.


¡Oh, viejas moscas voraces,


como abejas en abril,


viejas moscas pertinaces


sobre mi calva infantil!


¡Moscas del primer hastío


en el salón familiar,


las claras tardes de estío


en que yo empecé a soñar!


Y en la aborrecida escuela,


raudas moscas divertidas,


perseguidas


por amor de lo que vuela,


- que todo es volar -, sonoras


rebotando en los cristales


en los días otoñales...


Moscas de todas las horas,


de infancia y adolescencia,


de mi juventud dorada;


de esta segunda inocencia,


que da en no creer en nada,


de siempre...


Moscas vulgares,


que de puro familiares


no tendréis digno cantor:


yo sé que os habéis posado


sobre el juguete encantado,


sobre el librote cerrado,


sobre la carta de amor,


sobre los párpados


yertos de los muertos.


Inevitables golosas,


que ni labráis como abejas,


ni brilláis cual mariposas;


pequeñitas, revoltosas,


vosotras, amigas viejas,


me evocáis todas las cosas.